Cuando los políticos usan su poder para intimidar a otros, crean una división en la sociedad y dificultan que las personas trabajen juntas. En la jungla política de Argentina, donde los discursos agresivos resuenan como rugidos de feroces leones y las agendas ocultas se deslizan como serpientes en los ecos del silencio, los apodos se asemejan a afilados dientes que muerden donde más sangra. Desde la Revolución de Mayo hasta la era de la política en streaming y los memes virales, los motes han sido el instrumento favorito para definir territorio, humillar al oponente y ofrecer al público una imagen incisiva de sus líderes. Sobrenombres, apodos y motes que divierten a algunos y envenenan a otros. El “Lento” y su Destino Uno de los casos más notorios es el de Arturo Illia, apodado “La Tortuga” por su aparente lentitud. Este nombre, acuñado por el incisivo caricaturista Landrú, lo convirtió en un blanco perfecto de burla, una figura ridiculizada que fue desmantelada por la artillería de la...
Después de un período de ausencia siempre vuelvo reinventando este espacio para expresar mis ideas sobre todo lo que me envuelve. A disfrutar del merengue con pimienta árabe y GOOD SHOW.